![w6](https://www.efmadidactica.com/wp-content/uploads/2023/03/w6.jpg)
Tambor
Anticipación de la clase
HISTORIA DEL TAMBOR
El Origen del tambor es Africano y se remonta a la prehistoria, llega a Europa por medio de las migraciones de africanos y moros, posteriormente llega en el Nuevo Mundo cuando los ejércitos conquistadores inicial la colonización americana. Cuando los africanos esclavizados llegan a América, exploran diversas posibilidades sonoras, convirtiendo casi cualquier objeto en tambor y en motivación para el baile.
Imagen tomada de: https://www.musiclave.com/instrumentos-musicales/de-percusion/tambor/
LA OLEADA MUSICAL DE ÁFRICA EN EUROPA E HISPANOAMÉRICA
Los tambores nacen desde la prehistoria. Los pueblos europeos debieron recibir de los del Nilo dicho instrumento, y por eso les atribuyeron a ellos su invenci6n. Pero al surgir la civilizaci6n egipcia, los tambores, que pertenecían a épocas prehistóricas, ya habían sonado mucho. Es simple entender que pueblos de cultura más primitiva como la de los negros de África, hayan debido bastarse en todo momento para fabricar sus tambores, y ello hace pensar que fueran ellos, quienes llevaron sus tambores a Egipto, y de allí pasarían a Siria, Frigia, Creta, Grecia y Roma.
El tambor en el África fue el símbolo de una potencia sobrenatural, y aun continua siéndolo. Por esta razón, cada jefe de clan, o de tribu, tiene uno. El tambor regio, es una institución típica del África negra. Para construir el tambor de un nuevo rey, hay que cumplir a veces con ritos sagrados y hasta alimentarlos con sangre de un decapitado, antiguamente de un enemigo vencido o un esclavo; hoy en día con sangre de toro en pleno vigor.
Los tambores sagrados y oficiales, en las regiones del Nilo superior, están colgados frente a la casa del jefe, o bajo el «árbol del pueblo», y se les observa con respeto. Los distintivos de todo jefe, son sus tambores sagrados. Entre ellos, la pérdida del tambor es una deshonra.
El tambor en África acostumbraba ser el símbolo de los grandes imperios, y según la tradición, el tambor resonaba por sí solo, cuando el imperio corría algún peligro. Por esto, el tambor era venerado como el protector del pueblo.
Los tambores debieron de ser hechos de grandes calabazas, guiros o jícaras, que aún son frecuentes en diversos pueblos sudaneses de África occidental. Luego fueron imitados en madera y en metal, produciéndose en esta forma el timbal, tambor de los africanos del norte. En los pueblos bantús, el tambor también es signo de alto mando. «Llevar el tambor», equivale a «reinar». En Uganda, el tambor es insignia del soberano, hasta el punto que la palabra tambor en lengua indígena, significa gobierno.
Los primeros cristianos no usaron música instrumental, sino oral, pues las instrumentos que eran paganos, debían callar, puesto que se suponía que estaban al servicio de los demonios y falsos dioses. Por esta razón el cristianismo evitó el uso de tambores, y estos quedaron sobreviviendo solo para antiguos cultos agrícolas, mantenidos por el folklore y las panderos de los juglares, acróbatas y vagabundos. Así, en la alta Edad Media, no se usaron los tambores. De todas formas, los tambores de gran tamaño y sonoridad no se conocieron en Europa durante la Edad Media, y fueron oriundos de los pueblos negros.
Se conoce que los tambores siempre acompañaron a los negros en la guerra, para animar a los guerreros y ordenar sus movimientos; pero los tambores, sobretodo, llamaban a los dioses que acudían a ayudar a los creyentes. Cada pueblo negro posee su tambor de guerra.
También se conoce que los moros invadieron a los españoles en el siglo VIII, con numerosas tropas negras, al son de sus tambores, quedándose allí aquellos africanos de tez oscura y cultura exótica. Dichas migraciones afro negras en España debieron de producir algún sedimento cultural en tierra hispana: el tambor, debió ser uno de esos sedimentos, superior sin duda en su valor musical a cuanto instrumento en su género percusivo habían conocido los cristianos de Europa.
A fines del siglo XV, se produce otra migración de negros africanos en España, y de allí se extiende a las colonias españolas. Apenas los portugueses descubren tierras en África, una gran corriente de esclavos sale de Guinea y del Congo, desplazándose a Lisboa y Sevilla; miles de negros se establecen entonces en Portugal y en España, desde antes del descubrimiento de América; y la trata de negros entre África y España, continuara en los siguientes siglos.
Durante los siglos XVI y XVII, los ritmos africanos invaden a Europa, y los negros son los tamboreros tanto de ejércitos, como de grupos de diversión popular. En esa forma, se introdujeron los tambores en España y en las colonias hispanoamericanas; no con ínfulas de señor, sino por abajo, con rustiquez, con deseos de agradar, y de ser tolerados. Así, los tambores no son siempre autoritarios, sino populares; donde hubo esclavitud de africanos, aquellos instrumentos fueron humildes para poder perdurar y ser libertados.
Información tomada de: Monroy, M. L. B. (2004). La historia del tambor africano y su legado en el mundo. El Artista: Revista de investigaciones en música y artes plásticas, (1), 30-48.